Mientras disfrutabamos de unos rayitos de sol que Lorenzo nos ha regalado en las aguas termales del hotel la piedra contra la que me apoyaba se ha empezado a mover, de tal manera que sentido como una especie de mareo, resulta que hemos disfrutado de un terremoto de grado 6.2, de epicentro en el volcan Poas, no muy lejano de aqui, ha creado bastantes problemas en algunas carreteras pero parece que no ha habido victimas.
Otra experiencia mas.
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